El puente festivo que Colombia experimentará en diciembre de 2025 ofrece una oportunidad para analizar el funcionamiento del sistema de días no laborables establecido hace más de cuatro décadas. La coincidencia del 8 de diciembre con lunes evidencia la diferencia entre festivos móviles, regulados por la Ley Emiliani, y fechas fijas que dependen exclusivamente del calendario natural.
La legislación colombiana clasifica los 18 días festivos en dos categorías distintas. Diez de ellos se trasladan al lunes siguiente cuando caen entre martes y domingo, creando puentes festivos programables. Los ocho restantes se celebran en su fecha original, generando fines de semana largos solo cuando la coincidencia calendario lo permite.
Esta estructura revela una estrategia dual en la política de descanso laboral. Por un lado, garantiza previsibilidad mediante traslados regulados; por otro, mantiene el significado histórico y religioso de fechas específicas. El balance entre ambos enfoques ha permanecido estable desde la implementación de la ley.
La génesis de la Ley Emiliani se remonta a 1982, cuando el entonces senador Raimundo Emiliani Román presentó su proyecto al Congreso. La iniciativa inicial fue vetada por el presidente Belisario Betancur debido a que aumentaba días de descanso sin consulta previa con la Iglesia Católica. La versión aprobada en 1983 incorporó modificaciones acordadas con la Conferencia Episcopal.
El contexto histórico muestra que antes de 1983 los festivos se celebraban en su día calendario independientemente de la jornada semanal. Esta práctica fragmentaba las semanas laborales y generaba ausentismo cuando los festivos caían en días intermedios. La reforma buscó consolidar los descansos en períodos continuos.
El análisis económico del sistema presenta resultados mixtos. Datos del Ministerio de Comercio indican que aproximadamente el 70 por ciento de los viajes nacionales se concentran durante puentes festivos. Los sectores de hotelería, restaurantes y transporte registran incrementos significativos en estos períodos. Simultáneamente, industrias manufactureras y de servicios experimentan reducción temporal en producción.
La comparación internacional posiciona a Colombia en el rango superior de países con mayor número de festivos. México cuenta con 15 días, España y Argentina con 12, Venezuela con 10, Brasil y Estados Unidos con 9, y Bolivia con 7. Puerto Rico iguala las 18 jornadas no laborables colombianas. La diferencia radica en que Colombia concentra muchos de estos días en puentes festivos.
El impacto en productividad ha generado debate recurrente. Un proyecto de ley presentado en 1990 propuso eliminar los puentes festivos y remunerar esos días en dinero. La iniciativa argumentaba afectación a la producción nacional. No prosperó debido a oposición de sectores turísticos y resistencia de trabajadores organizados.
La reforma laboral de 2024 introdujo ajustes en la remuneración por trabajo en festivos. El incremento progresivo de recargos del 75 al 100 por ciento entre 2024 y 2027 representa una mejora sustancial en derechos laborales. Esta modificación equilibra la flexibilidad empresarial con protección de trabajadores que deben laborar en días especiales.
El caso particular del 8 de diciembre ilustra las limitaciones del sistema de traslados. Como fecha religiosa fija, solo genera puente cuando la coincidencia natural lo permite. La irregularidad de esta situación contrasta con la previsibilidad de festivos móviles como el Día de Reyes o San Pedro y San Pablo, que siempre caen en lunes.
El puente festivo de diciembre 2025 demuestra que el sistema diseñado en 1983 mantiene vigencia operativa. La combinación de fechas móviles y fijas atiende objetivos económicos y culturales simultáneamente. La longevidad de la ley sugiere consenso social sobre su utilidad, pese a críticas periódicas sobre impacto productivo.
La evolución futura del sistema dependerá de balances entre crecimiento económico, bienestar laboral y preservación cultural. Las proyecciones para 2026, con todos los festivos cayendo en días hábiles, generarán mayor número de puentes y permitirán evaluar el modelo en condiciones óptimas de operación.
