Comercios y usuarios celebran el alivio fiscal en pagos electrónicos

En un paso dirigido a fortalecer la digitalización de la economía, el gobierno colombiano decidió dejar sin efecto el proyecto de retención del 1,5 % aplicado a los pagos realizados con billeteras digitales, como Nequi o Daviplata. Al mismo tiempo, estableció que los pagos con tarjeta de crédito o débito no estarán sujetos a ninguna retención.
La decisión fue anunciada por el ministerio de Hacienda y la DIAN, quienes explicaron que la iniciativa responde a la necesidad de fomentar la inclusión financiera, reducir el uso del efectivo y equiparar las condiciones entre diferentes medios de pago.
El plan original generó inquietudes por parte de comerciantes y entidades fintech que alertaron que la retención podría encarecer las transacciones digitales y provocar un retroceso hacia el efectivo. La DIAN, en su comunicado del 23 de octubre de 2025, había señalado que el proyecto buscaba eliminar la diferencia en tarifas entre tarjetas y otros medios de pago. Tras la revisión de los comentarios ciudadanos, el gobierno optó por modificar la ruta y adoptó la tarifa cero para tarjetas, lo cual genera un incentivo directo para el uso de este método de pago. Asimismo, la retención para billeteras digitales quedó descartada, lo que elimina la carga prevista sobre millones de usuarios.
De acuerdo con datos recientes, las billeteras digitales en Colombia habían experimentado un crecimiento acelerado —indicando que ocho de cada diez colombianos ya las usan— y esta medida podría fortalecer esa tendencia.
El ministro argumentó que los costos de transacción más bajos apoyarían a los pequeños negocios y acelerarían su participación en la economía formal, reduciendo barreras de entrada para emprendedores y microcomerciantes. Al mismo tiempo, algunos expertos advierten que al eliminar este tipo de retenciones, se plantea el desafío de compensar la recaudación fiscal perdida y de fortalecer los mecanismos de trazabilidad de las operaciones digitales. El sector bancario expresó que la medida “abre oportunidades” para ampliar el uso de tarjetas y pagos electrónicos, pero solicitó regulaciones claras para evitar fraudes y asegurar la estabilidad del sistema.
Desde asociaciones fintech y gremios de comercio, se calificó la decisión como un avance significativo hacia la economía digital. Usuarios comunes, por su parte, ven una mejora directa en sus costos de pago. Sin embargo, funcionarios de la DIAN advirtieron que se mantendrá el control sobre transacciones que impliquen ingresos para prestadores de servicios y que se seguirán examinando mecanismos para asegurar la formalización de los pagos.
La medida representa un cambio estructural en la forma de concebir la tributación sobre medios de pago digitales en Colombia. Si bien elimina la carga prevista de un 1,5 % para billeteras digitales y fija una tarifa cero para tarjetas, queda planteado el reto de cómo se sustituirá ese recaudo y qué efecto tendrá en la economía formal. Esta decisión abre camino, pero el proceso hacia una economía digital plenamente inclusiva y transparente continúa.
