El Distrito de Bogotá ordena la evacuación; la comunidad exige garantías de cultura y permanencia

La UPI La Rioja es el asentamiento donde se alojan unas 389 personas de la etnia Emberá, que esta semana enfrentan una orden de desalojo por parte del gobierno distrital y el IDIPRON.
Las autoridades distritales sostienen que la edificación presenta riesgo estructural y que la cercanía de las obras del metro alrededor hace incompatible la permanencia de la comunidad.
Sin embargo, los indígenas Emberá aseguran que no cuentan con una alternativa digna y que abandonar la UPI La Rioja significaría perder su hogar y tejido social.
La propuesta del Distrito incluye arriendos o traslado a la UPI La Florida, pero los líderes indígenas la rechazan por considerarla insuficiente y poco respetuosa de su cultura.
En la legalidad del caso aparece una orden de un tribunal que obliga la evacuación del asentamiento colectivo, lo que abre el debate sobre los derechos de convivencia colectiva en Bogotá.
El caso adquiere importancia también para la gestión de asentamientos informales, la vivienda urbana y la protección de comunidades vulnerables en la capital.
Queda explorar cómo el Estado local implementa medidas compatibles con la identidad cultural, la permanencia comunitaria y la seguridad física de la población. Este episodio en la UPI La Rioja marca un momento clave para la política de vivienda en Bogotá y el reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas en el contexto urbano. El resultado de este conflicto entre la comunidad Emberá y las autoridades podrá sentar precedentes para futuras intervenciones en asentamientos colectivos.
