Bimestre al alza

El café colombiano encadena su segundo mes de crecimiento, con 1,36 millones de sacos producidos en febrero (+42 %) tras los 1,35 millones registrados en enero. Las exportaciones también repuntaron 14 %, alcanzando 1,18 millones de sacos.
La pregunta es: ¿qué hay detrás de estas cifras y qué puede anticiparse para los próximos meses?
De acuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros, el clima favorable fue el principal impulsor del repunte, al permitir la recuperación de floraciones y un mejor llenado del grano.
En el acumulado del primer bimestre del año, la producción totalizó 2,71 millones de sacos (+42 %) y las exportaciones 2,34 millones (+18 %), lo que sugiere una normalización de la oferta tras la volatilidad climática de los últimos años.
En la medición de 12 meses, la producción aumentó 30 % hasta 14,7 millones de sacos, y los envíos 17 %, llegando a 12,6 millones. Estos resultados reflejan una tendencia sólida, que mitiga impactos puntuales y fortalece la lectura de estabilidad en el sector.
Como primer proveedor mundial de arábigo lavado, Colombia mantiene una prima de calidad que puede sostener los márgenes de rentabilidad, aunque los precios internacionales siguen expuestos a factores externos como el clima en Brasil y los niveles de inventarios en los mercados de destino. El 2024 cerró con 13,9 millones de sacos (+23 %). Desde entonces, el 2025 se perfila como un año de reacomodo productivo, impulsado por una mejor gestión agronómica y la protección de floraciones clave en distintas zonas cafeteras.
No obstante, persisten riesgos importantes: las lluvias fuera de patrón, el aumento en los costos de fertilización y transporte, y las brechas de mano de obra durante los picos de recolección podrían moderar el impulso observado. Por el lado de la demanda, la resiliencia del consumo de cafés especiales y la recuperación del canal HORECA(hoteles, restaurantes y cafeterías) en mercados desarrollados brindan un soporte adicional a las exportaciones colombianas.
En conclusión, el primer trimestre de 2025 apunta a ser mejor que el del año anterior, pero la sostenibilidad del crecimiento dependerá de la estabilidad climática y del mantenimiento de la calidad y trazabilidad del grano. Si las condiciones acompañan, Colombia podría superar su promedio reciente y mejorar los ingresos de los productores, consolidando un nuevo ciclo de expansión para el café nacional. La vigilancia sobre costos y mercados internacionales seguirá marcando el pulso del sector. El tema sigue en desarrollo.
