Elementos clave de la presentación de Vanessa
El desempeño de Vanessa Pulgarín en el desfile de traje de baño de Miss Universe 2025 puede analizarse desde múltiples perspectivas que explican su recepción positiva. La combinación de factores técnicos, estratégicos y experienciales posiciona a la representante colombiana en una situación favorable frente a la competencia internacional.
Tres elementos fundamentales destacan en su presentación: primero, la preparación física evidenciada en su condición atlética; segundo, el dominio técnico de pasarela demostrado en su desenvolvimiento escénico; y tercero, la experiencia acumulada en certámenes previos que le permite manejar la presión de eventos de alto nivel.
El contexto competitivo del certamen, con más de 120 candidatas, requiere diferenciación clara en cada segmento evaluado. El desfile de traje de baño representa una oportunidad crítica para generar impacto visual y presencia escénica, aspectos en los que Pulgarín mostró ventajas comparativas respecto a otras participantes.
La elección del color verde limón en su traje de baño responde a principios estratégicos de teoría del color aplicados a competencias de este tipo. Este tono genera contraste favorable con su tono de piel, facilita la visibilidad en escenarios amplios y permite diferenciación inmediata en un desfile con múltiples participantes. La decisión refleja asesoría técnica especializada en imagen para certámenes.
La preparación física de Pulgarín evidencia un programa de entrenamiento estructurado. Su residencia en Sídney, Australia, le ha permitido acceso a instalaciones deportivas de nivel internacional y colaboración con marcas especializadas en fitness. Este factor no es accidental: los concursos de belleza modernos valoran cada vez más la condición atlética como indicador de disciplina y compromiso.
Su formación como comunicadora social y periodista constituye una ventaja competitiva significativa en las etapas de entrevistas y apariciones públicas. Esta preparación académica le proporciona herramientas de comunicación efectiva, manejo de medios y articulación de mensajes, habilidades fundamentales en las evaluaciones del jurado. Su respuesta durante el certamen nacional sobre mujeres influyentes versus mujeres virales demostró esta capacidad de análisis y comunicación.
La experiencia previa en Miss International 2017 representa un activo importante. Los certámenes internacionales tienen dinámicas específicas, presiones mediáticas particulares y protocolos complejos que solo se comprenden participando en ellos. Esta experiencia reduce la curva de aprendizaje y permite enfocarse en el desempeño en lugar de la adaptación al formato.
El timing de su participación en Miss Universe también es estratégico. A los 34 años, Pulgarín representa el perfil de candidata madura que la organización Miss Universe ha promovido desde la eliminación de límites de edad. Este cambio filosófico del certamen favorece a candidatas con trayectoria consolidada, experiencia de vida y mensajes de empoderamiento más profundos que los perfiles juveniles tradicionales.
El respaldo de otras candidatas, particularmente el comentario de Miss Ecuador, genera un efecto multiplicador en la percepción pública. Estos endorsements entre competidoras son poco frecuentes y altamente valorados porque indican respeto profesional genuino. Este tipo de reconocimiento influye tanto en la opinión pública como en las dinámicas de votación que algunos segmentos del certamen incluyen.
La estrategia de redes sociales de Pulgarín ha sido consistente con su mensaje de vida saludable y deportes. Esta coherencia narrativa construye una marca personal auténtica, factor que los jurados valoran por encima de perfiles artificiales creados exclusivamente para el certamen. Su actividad en plataformas digitales desde Australia ha creado una base de seguidores internacional, no solo colombiana.
El análisis de múltiples variables indica que la presentación de Vanessa Pulgarín no fue producto del azar sino de una estrategia integral que considera aspectos físicos, técnicos, comunicacionales y de imagen. La convergencia de estos factores en un momento clave del certamen maximiza sus posibilidades de avance a etapas finales.
Las próximas fases del certamen, particularmente las entrevistas privadas con el jurado, determinarán si esta ventaja inicial se consolida. Sin embargo, los indicadores preliminares sugieren que Colombia cuenta con una candidata competitiva que ha ejecutado eficientemente su plan de participación hasta este punto del concurso.
