La comunidad del centro de Bogotá exige respuestas tras un operativo que terminó en agresión
En el centro histórico de Bogotá, en el barrio de La Candelaria, se produjo un incidente que ya tiene a la Fiscalía General Penal Militar y Policial actuando: un operativo policial por consumo de licor y ruido en el Chorro de Quevedo derivó en una agresión hacia un ciudadano que quedó inconsciente.
Los hechos fueron registrados en video, lo que generó rapidez en la reacción institucional: la apertura formal de una investigación buscará aclarar las versiones y determinar responsabilidades.
Los agentes habían acudido al pasaje cuando se reportó ruido y licor; al llegar, indicaron al grupo que se retirara o redujera la intensidad de la celebración. Según el boletín oficial, algunos hicieron caso omiso e iniciaron una alteración del orden.
Testigos afirman que la dinámica cambió cuando el agente comenzó a empujar a los presentes, lo que escaló a situación de confrontación. En el video se aprecia que el agente golpea al ciudadano, que queda tendido en el suelo.
La fiscalía asignada —2419 Penal Militar y Policial de Conocimiento— tiene el mandato de adelantar todas las diligencias, recabar pruebas de vídeo, testigos, versiones de agentes y víctimas, y determinar si hubo abuso de autoridad.
El espacio del Chorro de Quevedo es un lugar de alta circulación turística, comercial e informal; este carácter añade complejidad al procedimiento policial y pone en relieve la necesidad de protocolos ajustados al entorno.
En el ámbito disciplinario, la Policía Metropolitana de Bogotá ya anunció medidas internas abiertas para investigar la conducta del agente implicado, lo que supone un refuerzo al proceso penal en curso.
Desde la comunidad, la exigencia es clara: no solo sanción sino también reparación para quienes resultaron afectados, y revisión de cómo se conducen los operativos en zonas de comercio popular y vida nocturna.
El incidente alerta sobre la necesidad de revisar la formación, supervisión y supervisión de los cuerpos policiales en Bogotá para prevenir que escenarios como este se repitan y deterioren la confianza ciudadana.
Este caso de presunta agresión policial en el Chorro de Quevedo pone en evidencia la frágil frontera entre el mantenimiento del orden público y respeto por los derechos individuales en Bogotá. La actuación de la Fiscalía General Penal Militar y Policial será clave para establecer precedentes, y para que los ciudadanos confíen en que la fuerza pública actúa con la debida responsabilidad. Evaluar y corregir los protocolos de intervención en la capital es urgente si se busca una convivencia segura, respetuosa y eficiente.
