María José Ardila, de 23 años, falleció tras participar en un reto de ingesta rápida de alcohol dentro de un establecimiento nocturno de Cali. La dinámica ofrecía un premio económico y consistía —según el testimonio de su padre— en una secuencia de tragos intensivos en pocos minutos, seguida de una supuesta fase final con múltiples shots. La joven colapsó y, de acuerdo con los relatos de allegados, sufrió broncoaspiración y permaneció aprox. 17 minutos sin respirar antes de ser trasladada a un hospital.
Después del hecho, la Asociación de Bares de Colombia (Asobares) inspeccionó el lugar —Sagsa Bar— y reportó permisos y documentación al día, además de trazabilidad y facturas de los licores. Aun así, solicitó a la Secretaría de Salud evaluaciones más profundas del producto vendido y exhortó a suprimir retos de ingesta acelerada. La Fiscalía abrió investigación formal para determinar el modo, tiempo y lugar de los hechos y establecer si hubo responsabilidades del establecimiento.
El paso a paso del reto, narrado por el padre de la víctima, incluyó: tres shots, una cerveza sin parar, otros tres shots sin manos, 13 segundos de aguardiente sin regar y, al final, ocho shots diferentes con pitillo. Según versiones familiares, el premio habría oscilado entre $1,5 y $2 millones.
Asobares comunicó que, en la visita, los licores presentaban facturación y trazabilidad; no obstante, pidió a las autoridades sanitarias contramuestras y análisis de laboratorio como medida preventiva.
La Fiscalía General anunció la apertura de noticia criminal y la recolección de videos, testimonios y resultados de Medicina Legal, para descartar adulteración o verificar falta de protocolos de emergencia.
La Secretaría de Salud de Cali informó que reforzará operativos de inspección, vigilancia y control en bares y discotecas, especialmente en temporadas de alta demanda.
Familiares y asistentes señalan ausencia de atención médica inmediata en el sitio y cuestionan la inexistencia de ambulancia o equipos de respuesta rápida. La investigación cotejará estos señalamientos con las obligaciones del establecimiento.
El caso reavivó el debate sobre dinámicas comerciales riesgosas: concursos que promueven consumo extremo, marketing agresivo y el papel de los protocolos internos.
A nivel comunitario, colectivos piden campañas de prevención, capacitación al personal y la prohibición expresa de retos de alcohol que comprometan la salud pública.
Reacciones y consecuencias
Asobares reiteró su rechazo a actividades de ingesta acelerada y llamó a los empresarios a adoptar protocolos de atención y primeros auxilios. La Alcaldía anunció visitas integrales a zonas de rumba y exigencia de planes de contingencia.
En redes, la indignación derivó en llamados a sanciones y en mensajes de condolencia. Grupos de salud mental recomiendan acompañamiento a familiares y testigos por el impacto traumático.
Cierre
La investigación deberá precisar si hubo negligencia, adulteración o incumplimiento de protocolos. Más allá del expediente, el mensaje es claro: los retos de alcohol no son entretenimiento seguro.
